18 mar 2009

Proceso desensibilizador

La nueva ola



Camino por la calle, mientras me intento conectar conmigo misma. Saco mi ya pasado de moda mp3 de 512mbs, subo el volumen al máximo para que la música tape todo tipo de ruido molesto a mi alrededor (conversaciones absurdas, carros pasando, pasos, el viento, etc) y me desenchufo del mundo. Simplemente me aislo en mi propio mundo mientras me translado por la calle al punto de llegada ya conocido: mi casa.

Si choqué con alguien mientras caminaba, probablemente mi cuerpo respondió un "lo siento" automático y bien fingido; si casi me atropella un carro, pues al menos no estoy muerta; Si subí al carro correcto, no me di cuenta ;si el cobrador me pidió mi carnet de medio y le di el de biblioteca, ups; y si la persona a mi costado está susurrando a su celular que ya está todo arreglado para tomar el carro y hacerlo explotar en nombre de alguna asociación anarquica, pues no lo sé. En ese momento, nada puede tocarme, no estoy presente... aislada en un muro ... solo yo, la música y mis pensamientos... perdida en el tiempo.

A veces suelo hacer esta rutina en mis solitarios viajes de regreso a casa; sin embargo, no fue hasta hoy que tomé conciencia de lo que he estado haciendo. He formado parte de esta nueva ola de tecnología que ataca a la juventud, y que sin querernos inicia su proceso desensibilizador.

La revelación se dio en mi taller de teatro de la universidad, cuando mi nuevo profesor nos dijo: "Tienen que empezar a abrirse al mundo. Dejar eso de: 'Me pongo mis lentes oscuros, mis audífonos a todo volumen, y a seguir la rutina de hoy'... Estamos viviendo una época en la que los jóvenes se acostumbran a mantener su mente ocupada en miles de tareas a la vez: Estan en el messenger mientras que leen algo para su control de lectura, mientras escuchan música y ven un video de youtube. No le dan tiempo a pensar sobre el mundo a su al rededor.. y eso necesita un actor".

Definitivamente su pequeño discurso introductorio me dio un par de cachetadas, me sacó el tapón de los oídos y me abrió los ojos. ¿Estamos de verdad siendo gobernados por la tecnología y convirtiéndonos en robots? En el fondo, es así como nos ven algunas generaciones pasadas; sin embargo, yo no creo que sea tanto así.

Por un lado, la tecnología ha llegado a nosotros para hacernos el mundo más fácil (información, comunicación rápida y eficiente, entretenimiento, aprendizaje.. todo a nuestro alcance); mientras que por el otro lado, es nuestra generación la que tiene que ver como mantener un balance de daños que costea nuestra naturaleza.

No creo que la tecnología nos quite la imaginación o nos desensibilize... porque en ese caso no habría tantos filósofos, o jóvenes libres pensadores en el mundo. Si bien, antes la falta de televisión hacía a los jóvenes interesarse por la lectura y desarrollar su imaginación mediante intensos programas radiales, ahora el internet nos trae otras grandes herramientas que desarrolla nuestras mentes, entre ellas la que uso ahora: el blog.

Así que, tal vez mi rutina aparente ser aislante, pero me permite estar un tiempo a solas conmigo misma... lo cual en mi caso es siempre necesario.


M.M.


4 comentarios:

Yared Medina dijo...

Hoy murió mi eme pe tres, no tengo ánimos de nada, U.U

Yared Medina dijo...

Soy un llorón, pero no puedo evitarlo, tiendo a aferrarme a cosas como esta.

Anónimo dijo...

a mi me gusta ver el mundo, me gusta por ejemplo ir en bus y escuchar como se pelea la gente por pagar menos del pasaje normal o escuchar en la radio alguna musica de moda, que es malísima.

Pero hay dias en que no tengo ganas de ser parte de este mundo, ahi uso el MP3 o leo un libro demasiado interesante pa distraerme. Es importante estar con uno mismo algunas horas a la semana

Anónimo dijo...

"Es un proceso largo, ya ven ...que a veces se vuelve indiagnosticable
en un horizonte de vidrio y quimeras ...
la locura está presa entre estas ..."
Según Daniel F., estas en buen camino ...

Escuchar a nuestros propios pensamientos nos da la "facilidad" de estar dentro de esta (esa?) realidad tan laberíntica, sin quedarnos atrapados y salir de vez en cuando de ella.

Muy buena reflexión, los robots no piensan. ¡Saludos! :)